29 de abril de 2009

Un incidente aislado
en un día nublado
como cualquier otro,
intrascendente.

Cuando se está cercado
el suelo es un buen lugar
para descansar
la vista que se había extraviado
entre la gente.

Las voces superpuestas
como una pared de sonido
o como una cámara de silencio
anestecian los sentidos.

El techo, las paredes, el suelo.
No por eso confinado.
La ilusión no está en el escape.
Es como buscar una llave cuando
todavía no existe el candado.