27 de noviembre de 2006

Década y media llevan sintiéndose solos.
Me dicen que me saque la campera
para la nieve,
que ser pequebú nacional es lo peor que hay,
que creer en dios es funcional,
¿dónde trabajabas vos? ¿en Zanon?

Marceloteístas, el panfleto es la Biblia,
no usan palabras en inglés;
les gustan los pulóveres de lana de guanaco;
se mojan cuando ven a un proletario
en carne y hueso.

¿Qué sería de mt sin los pequebú?
La pérdida de su interlocutor
podría sobrellevarse, pero la extinción
de su base material de sustento sería insalvable.

Asambleístas de carrera, alzan su voz
extensísima e irreductiblemente peluda
para aplastar la de los opresores,
manipuladores y chantajistas del pueblo.
Asambleístas que se escupieron la sopa
hace no más de cinco años
y desde hace setenta.

Eternamente distintos a los que son iguales,
enteramente diferentes a los que hablan parecido,
son consecuentes y no se juntan con los inconsecuentes.

Crueles, en el cartel fustigan al presidente,
vapulean al mandato popular,
flagelan al enemigo, confunden al enemigo.
Condescendientes, en el cartel adhieren
a la lucha de los (pequebúes) estudiantes franceses
que mañana van a ser presidentes de Francia
y ahí ya van a pasar a odiarlos.

“Hay que transformar”, obligan,
“a transformar que se acaba el mundo”.

1 Comentarios:

Blogger EmmaPeel dijo...

jajajajaja y Puan debería arder también

lun dic 04, 10:37:00 a.m.  

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